Un poco de catequesis sobre el Día del Pontífice

martes, 29 de junio de 2010

Hoy, 29 de junio, es la festividad de San Pedro y San Pablo, y por ellos la Iglesia celebra el Día del Sumo Pontífice o Papa.
Nos toca vivir, a todos como iglesia, tiempos difíciles, y si para nosotros son tiempos duros cunato más lo será para Benedicto XVI. Elevemos una oración a la Santísima Trinidad para que el amor del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo lo fortalezcan en la fe, en la conducción de la Iglesia y en el amor al gran rebaño que se le ha confiado. Que el Espíritu Santo siga asistiendo a nuestro Papa como lo ha hecho siempre.








Para conocer un poco más sobre el significado de Papa, su función y demás, aquí va un breve resúmen:

¿Qué significa la palabra "PAPA"?
a) El primer significado corresponde a las iniciales de 4 palabras latinas:
* Petra * Apostoli * Potestatem * Accipiens
y se traducen así: "El que recibe la Potestad del Apóstol Pedro"

b) El segundo significado es el que corresponde a la unión de las dos primeras sílabas de estas palabras latinas:
PAter Pastor: que se traducen como "PADRE Y PASTOR"

¿Cuál es la potestad del Apóstol San Pedro?

• Es la de ser VICARIO DE CRISTO EN LA TIERRA. (Mateo 16,18-19)
• Ser Cabeza visible de la Iglesia.
• Ser el Obispo de Roma.
• Tener el PRIMADO DE AUTORIDAD entre todos los obispos.
• «Confirmar en la fe a los hermanos Obispos». (Lucas 22»32)
• Ser el jefe de la jerarquía Católica.
• Ser infalible en la Doctrina Católica, en materia de Fe y Costumbres". (Vat. I)
• Tener la asistencia del Espíritu Santo para gobernar a la Iglesia.

¿Por qué se le llama «PADRE Y PASTOR»?
Porque él es el que cuida a todos los hijos de Dios, con cariño y con atenciones de verdadero Padre y vela por la santidad de todos. Por eso cariñosamente le llamamos también «SANTO PADRE».
Se le llama «PASTOR» (o Pastor Supremo) porque recibió de Jesucristo el encargo de cuidar el rebaño la Iglesia, que es una forma tradicional de llamar a los fieles católicos. (Juan 21, 15-17).

¿Cómo consta que Jesucristo quiso conceder la Autoridad Suprema de la Iglesia al Apóstol San Pedro?
Hay tres textos muy importantes en el Santo Evangelio:
• MATEO 16, 16-19: "Yo te digo a ti que eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia y las puertas del Infierno no prevalecerán contra ella. A ti te daré las llaves,, del Reino de los Cielos y todo lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y todo, lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos". (Este texto nos habla de la Promesa hecha por Jesús única y exclusivamente a Pedro).
• LUCAS 22,32: "Tú confirma en la fe a tus hermanos" - (Es la función directiva en la fe, que Jesús confiere a Pedro).
• JUAN 211 15-17: Jesús Resucitado le dice tres veces a San Pedro: «¿Me amas?»; Pedro responde tres veces: -«Sí, Señor, Tú sabes que te amo». Entonces Jesús, por tres veces, le ordena «Apacienta mis corderos, Apacienta mis Ovejas». (Es el encargo directo y explícito de Jesús a Pedro, para que esté al frente de la Iglesia.

¿Qué otros poderes le da Jesús a San Pedro?
Los poderes que son comunes al resto de los Apóstoles: Predicar y Bautizar (Mateo 28, 19-20); Hacer milagros (Mateo 10,8); Perdonar o retener los pecados (Juan 20,22-23).

¿Qué significa ser VICARIO DE CRISTO en la Tierra?
Significa «Hacer las veces de Cristo», enseñando, gobernando, dirigiendo, animando y sirviendo a todos los fieles. Cristo ya murió, resucitó y subió al cielo, pero deja en su lugar aquí en la tierra al Papa, que tiene una especial asistencia del Espíritu Santo para poder cumplir con esta misión de representar a Cristo.

¿Por qué el PAPA es el Obispo de Roma?
Porque es el sucesor legítimo de San Pedro, que fue Obispo de Roma y ahí murió como mártir de Jesucristo. Roma es la Diócesis más importante del mundo. Ahí están los restos de San Pedro.

¿Por qué el PAPA es INFALIBLE?
Porque el Espíritu Santo lo asiste de manera muy especial para que no cometa errores cuando habla solemnemente («Ex Cathedra») como jefe de la Iglesia Universal. Es infalible en materia de Fe y Costumbres. Todo lo cual quiere decir que, por una gracia especial del Espíritu Santo, no puede enseñar doctrinas contrarias a la Doctrina de Cristo.

Un poco de catequesis sobre el Día del Pontífice

Hoy es la festividad de San

El 13 de julio todos a la Municipalidad

lunes, 28 de junio de 2010

El 13 de julio te invitamos a que te sumes a la marcha en defensa del matrimonio entre hombre y mujer, de la familia y de la vida.
Te esperamos a las 18 horas frente a la Municipalidad. Desde allí partiremos caminando por las calles de nuestra ciudad reflexionando sobre el matrimonio, la familia y la vida. Sumá tu firma a la Adhesión a la Declaración Ciudadana por la vida y la Familia. Si todavía no lo hiciste acercate a la parroquia.
"Queremos papá y mamá" es el lema de la marcha que se hará el 13 de julio frente al Congreso Nacional. Nosotros nos sumamos desde Pringles por los chicos argentinos, por nuestros hijos, por nuestros nietos, por nosotros. Sumate vos también.

El milagro eucarístico que dio origen a la Fiesta de Corpus Christi

sábado, 5 de junio de 2010

Se lo conoce como el Milagro de Bolsena, ciudad italiana y ocurrió en un período difícil de la Iglesia Católica: la Edad Media. El nombre del sacerdote Pedro de Praga está unido en forma indisoluble a uno de los milagros eucarísticos más extraordinarios de la historia de la Iglesia. Mañana la Iglesia celebra la fiesta de Corpus Christi.


Sin dudas, el prodigio más importante dentro de la historia del cristianismo es la herencia que Cristo nos dejó al instituir la eucaristía durante la Última Cena, y que representa la primera misa en la historia de la humanidad.
Pero vamos a ocuparnos de este milagro, considerado el más importante de su tipo ocurrido en el año 1263 en la ciudad de Bolsena, al norte de Roma, el cual originó que se instituyera la celebración de Corpus Christi, la fiesta del Cuerpo y la Sangre de Cristo que celebramos al domingo siguiente a la de la Santísima Trinidad y que fue instituida por el Papa Urbano IV en 1264 para afirmar la presencia real de Jesús en la Eucaristía, en contra de los cuestionamientos de algunas personas de la época que negaban tal presencia.

Historia de un milagro
Hacia el siglo XIII, una religiosa, la hermana Juliana de Liege experimentó en varias ocasiones la visión de la luna con una línea negra. En una de esas tantas experiencias, sintió que Jesús le decía que la luna representaba al año litúrgico con todas sus fiestas, pero que esa raya negra indicaba la ausencia de una fiesta que honra a la Eucaristía. La hermana Juliana –hoy beata- hablaba de estos hechos con el padre Santiago Pantaleón, quien luego sería el Papa Urano IV. Ambos personajes vivieron en la Edad Media, período difícil y vergonzoso para la Iglesia Católica. Corrupción y herejías eran expuestas por figuras fuertes dentro de la misma Iglesia, una de las más graves fue la duda que se sembró en cuanto a la presencia real de Cristo en la Eucaristía, ocasionando grandes confusiones y problemas de fe para muchos.
Sin embargo, el Señor balanceó la oscuridad con la luz y el resplandor de grandes hombres, como San Francisco de Asís, Santo Domingo, San Antonio de Padua, Santo Tomás de Aquino, gran defensor de la Eucaristía; el Papa Urbano IV, que instituyó la fiesta de Corpus Christi y… el Milagro Eucarístico ocurrido en 1263 en Bolsena, relacionado con un sacerdote llamado Pedro de Praga.

Hombre de poca fe
La historia no se ocupa de la vida de Pedro de Praga ni antes ni después de que ocurrió el milagro. Se que era un buen hombre, de grandes virtudes, pero a causa de las corrientes ideológicas que se desataron por aquel tiempo, atravesó grandes dudas sobre la presencia física de Jesús en la Eucaristía.
Luego de separarse de la Iglesia Católica -no creía en la transubstanciación- se arrepintió y buscó su reintegración a la Iglesia. Con este fin se encaminó desde Alemania a la Santa Sede para visitar las tumbas de san Pedro y san Pablo y así mostrar su arrepentimiento, haciéndoselo también saber a las autoridades eclesiásticas.
En su viaje el sacerdote llegó a Bolsena y decidió alojarse allí. En esta ciudad le solicitaron insistentemente celebrar una misa, ya que debido a la persecución religiosa en dicho lugar eran escasos los sacerdotes. Pedro de Praga accedió y pidió hacerlo en la capilla de Santa Cristina, una niña mártir de los primeros tiempos de la Iglesia; milagroso altar el de la santa. Pedro estaba buscando toda la ayuda que pudiera encontrar y solamente conocía una manera: pedir. El tenía fe, pero no lo sabía. No pedía ayuda fuera de la Iglesia, no le pedía ayuda a los hombres porque sabía que la única forma en que podía recobrar su fe y hacerse santo era a través de Jesús.
Al amanecer hizo la única cosa que sabía hacer: fue a la capilla celebrar la santa misa. Al llegar al momento de la consagración nuevamente dudó, pero tuvo como respuesta un hecho insólito: cuando elevó la hostia muy alto sobre su cabeza y pronunció las palabras «esto es mi cuerpo», el pan sin levadura se convirtió en carne, empezó a sangrar profusamente y la sangre cayó sobre el corporal; y el vino contenido en el cáliz se convirtió en sangre.
El sacerdote, asustado y no sabiendo exactamente qué hacer, envolvió la hostia en el corporal, lo dobló y lo dejó en el altar sin percatarse de las gotas de sangre que habían caído en el piso de mármol, enfrente del altar.

La fiesta del Cuerpo de Cristo
El padre Pedro inmediatamente fue a contar lo que le había sucedido al Papa Urbano IV, en ese tiempo residente en Orvieto, a poca distancia de Bolsena. El pontífice mandó a un obispo al lugar para que hablara con el sacerdote de la Iglesia y poder verificar lo que el padre Pedro le había dicho y para traer a Orvieto la Hostia Sagrada y el corporal. Cuando el Papa Urbano vio aquel milagro eucarístico, se arrodilló al ver al Señor convertido ante él, en forma física. En el balcón del palacio papal lo elevó reverentemente y se lo mostró a las personas de la ciudad, proclamando que el Señor realmente había visitado su pueblo y declaró que el milagro eucarístico de Bolsena realmente había disipado las herejías que habían estado extendiendo sin ton ni son por Europa.
En la catacumba de Santa Cristina se conserva la hostia convertida en carne, mientras que en Orvieto se conservan el corporal sobre el que se derramó la sangre emanada.
Durante el año siguiente el Papa Urbano IV se ocupó casi exclusivamente en la labor de escribir la bula papal, Transiturus, la cual fue publicada el 11 de Agosto de 1264. Con esa bula instituyó la fiesta de Corpus Christi en honor del Santísimo Sacramento, la Eucaristía.
Muchos son los milagros que se han sucedido en el mundo a la largo de la historia desde aquel de Bolsena. La lista es extensa, los más conocidos son los de Lanciano –primer milagro eucarístico ocurrido hacia el año 700-, el de Siena, Cascia y Bologna en Italia; en todos ellos, y a pesar de los años, pueden ser vistos por cualquier persona, creyente o no. La ciencia a buscado explicar de un modo científico cómo una hostia se haya convertido en un trozo de carne con las propiedades y características de una persona viva, o que al partir una hostia la misma conserve el mismo peso en cada una de esas partes como si fuera un todo, muchos científicos incrédulos han cambiado su pensar después de no encontrar explicación alguna.
Santarem de Portugal, el de Avignon en Francia, el de San Antonio de Papua y la mula, son también milagros de la presencia real de Jesús en la Eucaristía.

¿Qué es la Eucaristía para mí?

miércoles, 2 de junio de 2010

El próximo domingo 6 de junio estaremos celebrando con toda la Iglesia Católica mundial la Fiesta de Corpus Christi, la Solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo. El siguiente artículo busca que reflexionemos en el sentido de que es la Eucaristía para nosotros, material con el que trabajamos la última reunión.


Para muchos, la Misa no tiene sentido alguno y por lo tanto solo asisten cuando hay un bautismo de algún familiar, un casamiento o el aniversario de bodas o de fallecimiento de un amigo o familiar. Otros participan por costumbre u obligación. Para otros, en cambio, la Eucaristía significa un encuentro con los hermanos, en torno a la mesa de la Palabra y a la mesa eucarística que nos ofrece Jesús; es decir, la Eucaristía representa lo más importante en sus vidas, como dice el Concilio Vaticano II: hacen de la Eucaristía “fuente y cumbre de su vida espiritual” (L.G # 11)

Tratemos de profundizar en la respuesta a esta pregunta a partir de cuatro definiciones:
1. La Eucaristía es una celebración de la comunidad: la identidad del cristiano se funda sobre el reunirse, el hacer comunidad, el ser solidario, el convivir y compartir con los demás. Jesús vivió en comunidad. Dios es una comunidad de Amor. Así, cuando la comunidad cristiana se reúne es para responder a la Palabra de Dios que nos convida. Nuestro estar reunidos es respuesta a Dios que nos convoca. Esto es muy importante porque tiene que ver con nuestra misma vida. Recordemos que necesitamos vivir en comunidad, en comunión con otros, la soledad no es buena para el ser humano.
La Eucaristía comienza con la llamada a ser pueblo de Dios, reunidos por Jesús (ritos iniciales) Se trata de pasar del individualismo a la comunión con Dios, de la dispersión a la unidad, un éxodo de esta tierra a la casa del Padre.
Reunirse para celebrar la Eucaristía, no significa cumplir con un precepto, sino identificarse como cristianos. Es por lo tanto imposible para un cristiano pasar el domingo sin participar en la asamblea eucarística (lo ideal sería no pasar un día sin asistir a la Eucaristía). La Iglesia no es un movimiento de individuos que hace referencia a Cristo. Ser Iglesia significa responder a la llamada a constituirnos en asamblea reunida alrededor de la Palabra y del Pan. Sólo así la Iglesia se vuelve signo visible de la historia de la salvación, signo del amor de Dios, signo del pueblo de los salvados.
Dice el monje Enzo Bianchi: “no es posible celebrar la Eucaristía a solas, aislándose de la comunidad... pues, la Iglesia no puede renunciar a reunirse si no quiere disolverse” El pasaje de Hch 2, 42 nos explica muy bien este punto con respecto a la Eucaristía.
2. La Eucaristía es el fundamento de la vida del cristiano: La Iglesia vive de la Eucaristía. Por eso, la Iglesia dirige su mirada continuamente a su Señor, presente en el Sacramento del altar, en el cual descubre la plena manifestación de su inmenso amor. La sagrada eucaristía, en efecto contiene todo el bien espiritual de la Iglesia; es decir, Cristo mismo, nuestra Pascua y Pan de Vida, que da la vida a los hombres por medio del Espíritu Santo (Ecclesia de eucharistia # 1)
Los demás sacramentos, como también todos los ministerios eclesiales y las obras de apostolado, están unidos a la Eucaristía y a ella se ordenan.
La Eucaristía no es una devoción, sino que es parte de un proyecto: cuando creó al hombre, Dios ya tenía en su corazón la Eucaristía. La Eucaristía crea la vida de la iglesia; pero como la Iglesia somos nosotros, entonces nos da la vida a nosotros.
Todo lo que uno vive en su rutina diaria recibe sentido y es iluminado por la Eucaristía, Vida que entra en la vida. Descubriendo la Eucaristía como misterio, descubrimos quién es Dios, quienes somos nosotros: criaturas hechas hijos y amados por El.
Dejemos de sentirnos solos, abandonados, condenados a vivir una vida sin sentido, como si fuéramos fichas perdidas en un tablero. La Eucaristía da sentido total y pleno a nuestras vidas, nos da sentido de la fraternidad, de la gratuidad, del encuentro con Dios, de la acción de gracias. La Eucaristía crea una dinámica nueva en nuestra vida. San Juan nos explica muy bien en el capítulo 6 de su evangelio la importancia de la Eucaristía en nuestra vida.
3. La Fiesta de la Pascua: En la última cena, Cristo instituyó el sacrificio y convite pascual, por medio del cual el sacrificio de la cruz se hace continuamente presente en la Iglesia cuando el sacerdote, que representa a Cristo, realiza lo que el mismo Señor hizo y encargó a sus discípulos que hicieran en memoria de él.
Jesús escogió el tiempo de la Pascua para realizar lo que había anunciado a sus discípulos en otro momento: dar su Cuerpo y su Sangre (Mt 26, 17-29; Mc 14, 12-25; 1 Co 11, 23-26) Al celebrar la última cena con sus apóstoles, en el transcurso del banquete pascual, Jesús dio sentido definitivo a la Pascua Judía (Ex12, 1-28) En efecto, el paso de Jesús a su Padre por su muerte y resurrección, la Pascua nueva, es anticipada en la cena y celebrada en la Eucaristía que da cumplimiento a la pascua judía y anticipa la pascua final de la Iglesia en la gloria del Reino (C.I.C # 1339-# 1340)
4. La Eucaristía es un sacrificio: La Eucaristía es el sacrificio de la Cruz que se perpetúa por los siglos. Esta verdad la expresan bien las palabras con las cuales, el pueblo responde a la proclamación del " misterio de la fe " que hace el sacerdote: " Anunciamos tu muerte, Señor”.
Cuando la Iglesia celebra la Eucaristía, memorial de la muerte y resurrección de su Señor, se hace realmente presente este acontecimiento central de salvación y " se realiza la obra de nuestra redención”. Este sacrificio es tan decisivo para la salvación del género humano, que Jesucristo lo ha realizado y ha vuelto al Padre sólo después de habernos dejado el medio para participar de él, como si hubiéramos estado presentes. Así, todo fiel puede tomar parte en él, obteniendo frutos inagotablemente.
¿Qué más podía hacer Jesús por nosotros? Verdaderamente, en la Eucaristía nos muestra un amor que llega " hasta el extremo " (Jn 13, 1), un amor que no conoce medida.
La Iglesia vive continuamente del sacrificio redentor, y accede a él no solamente a través de un recuerdo lleno de fe, sino también en un contacto actual, puesto que este sacrificio se hace presente, perpetuándose sacramentalmente en cada comunidad que lo ofrece por manos del ministro consagrado. De este modo, la Eucaristía aplica a los hombres de hoy la reconciliación obtenida por Cristo una vez por todas para la humanidad de todos los tiempos. En efecto, " el sacrificio de Cristo y el sacrificio de la Eucaristía son, pues, un único sacrificio”.
Por todo lo anterior, es que se hace muy necesario formarnos en este tema, bien sabemos que la falta de formación es la principal causa de que muchos sientan apatía por asistir a la Misa o asisten sin poner atención. Entre más nos formemos en el tema de la Eucaristía más vamos a comprender su significado y así la podremos vivir intensamente, sin importar quien la celebre, quién cante, con qué amigos voy, etc.

Fuente Temas de formación para jóvenes – Pastoral Juvenil de Coyuca